En el post anterior hable del primer libro que leí, ahora hablare del último que he leído este mes y que lo descubrí en www.librosylibretas.com, una de mis web favoritas. Se trata de la saga de la familia Dollanganger, o más bien conocida como la saga "Flores en el Ático" de Virginia Andrews.
Es una historia escrita en 1977, que trata sobre una familia llena de oscuros secretos que ni sus lujos, ni dinero pueden tapar, donde las malas acciones de unos, repercuten en otros. La autora va tejiendo esta historia, en voz de la protagonista quien es la narradora, dejando varios cabos sueltos entre líneas que terminan resolviéndose en los demás libros de la saga. El amor, la esperanza, la ambición y el pecado son sus principales ingredientes, mostrándonos la crudeza del ser humano en su máximo esplendor atraves de impactantes situaciones, que son muy mal vistas dentro de muchas sociedades, sobre todo por las más conservadoras, aunque algunas de ellas llegarían a tener una justificación ya que solo son consecuencias de las malas decisiones tomadas por otros en beneficio propio.
El primer libro: Flores en el Ático, es el inicio de esta fascinante historia que comienza cuando sus protagonistas son apenas unos niños, cuatro hermanos Chris, Cathy, Carrie y Cory, tras quedar huérfanos de padre son llevados por su madre a casa de sus abuelos, prometiéndoles una vida próspera y feliz, rodeados de lujos y de todas las cosas que el dinero puede comprar, sin embargo terminan siendo encerrados en una habitación que lleva al ático, ya que el abuelo no sabe de su existencia y su despiadada y fanática abuela no tiene ni el más mínimo sentimiento de amor o compasión por ellos, pues los considera “progenie del diablo”, hijos del pecado, ya que sus padres eran tío y sobrina.
Los días pasan, y la única esperanza de los niños es que el abuelo muera para que su madre pueda heredarlo y así disfrutar de lo que les prometió en un principio. Chris y Cathy, por ser los mayores, terminan asumiendo el papel de padres de los pequeños gemelos Carrie y Cory, y para hacer la estancia de estos un poco más "placentera" empiezan a decorar el ático con flores de papel y a parte de tener que ingeniárselas para entretenerse, tienen que lidiar con las rígidas y excesivas reglas de la abuela que van desde aprenderse frases de la biblia de memoria, hasta no mirarse entre personas del sexo opuesto. Los niños también van notando el desinterés de su antes amorosa madre, cuyas visitas son cada vez más esporádicas, que quiere congraciarse con ellos dándoles caros e inútiles regalos.
Lo que al principio se suponía iba a ser un encierro de unos cuantos días, se convierte en unos largos tres años, en los cuales la abuela sigue igual de cruel y la madre cada vez más despreocupada. La esperanzas de los niños empiezan a decaer y sienten que sus sueños nunca se realizaran, el de Chris ser doctor y el de Cathy, bailarina, pero sobre todo empiezan a dudar del amor de su madre, sobre todo Cathy, quien es la que más desconfía de ella. El encierro y el paso de la niñez a la adolescencia, hace que la relación de Chris y Cathy se vuelva más intensa y que desarrollen pasiones prohibidas, cumpliéndose así el pecado que siempre les auguró la abuela.
La muerte del pequeño Cory a causa de una supuesta pulmonía, pone en alerta a los hermanos, ya que cualquiera podría ser el siguiente y desde ese momento tienen ya la idea de escapar porque al parecer su madre, quien ha vuelto a casarse y sigue manteniéndolos en secreto, se ha olvidado de ellos y solo desea disfrutar de la inmensa fortuna de su familia, sin embargo no es sino hasta el final del libro es que se descubre su verdadero rostro, ya que, cegada por la ambición, llega a límites insospechados por querer deshacerse de quienes estorbaban su feliz y placentera vida.
Gracias al ingenio de Chris, los hermanos logran escapar y tras descubrir los verdaderos planes que tenía su madre para ellos, deciden que es mejor perdonar y olvidar, dejar todo en el pasado e iniciar una nueva etapa. La historia termina dejando a los ahora tres hermanos Dollanganger, con un futuro incierto, aunque no peor del que pudieron tener si seguían encerrados en el ático.
Esta es una saga compuesta por 5 libros en total: “Flores en el Ático”, “Pétalos al Viento”, “Si hubiera Espinas”, “Semillas del Ayer” y “Jardín Sombrío”. Basta con leer el primer libro para quedar enganchado a esta historia.
Este fue sin duda el gran descubrimiento del mes para mí, por ahora ya estoy empezando “Si hubiera Espinas” y así seguiré hasta terminarla. Veremos que otros descubrimientos maravillosos me aguardan este año.